Hoy es mi séptimo día de vida. Estoy emocionada porque descubrí que estoy en casa. Había pensado que iba a tener que abrir un blog definitivo, mejor hecho, más pensado. Pero no. El definitivo es éste. Estoy en casa. La vida no tiene simulacros, estoy viendo. Avanzaré a tropezones, y a veces me voy a caer fiero. Pero estoy en casa. Y en casa a veces se te rompe el cuerito de la canilla o tenés que pasar el trapo de piso porque abajo de la cama se te llenó de pelusa. Y bueno.
Manos tengo.
«Se hace camino al andar» o «en la cancha se ven los pingos». Prueba y error, que le dicen. Te felicito por sentirte en casa.
Me gustaMe gusta
Va a conseguir que me asuste y me esconda abajo de la cama.
Me gustaMe gusta