Revival

   Acabo de leer por segunda vez esta fantástica obra de Mr. Stephen King, y me pregunto cuándo será el día que ese hombre escriba algo que no me guste.

   Lo conocí con… ya no lo recuerdo. Sólo recuerdo el espanto y la fascinación de Carrie, The dead zone, Rose Madder, It, La mitad siniestra, la asombrosa y terrible Misery, junto a la cual la película parece Barbie y sus hermanas en una aventura con perritos, ese horrible Pet Sematary, Firestarter (la novela perfecta en todos los sentidos), la memorable Tommycknockers (para mí, una de las mejores novelas de ciencia ficción que he leído. Y mirá que leí ciencia ficción. De la buena. Muy buena.). Duma Key; el retrato perfecto del dolor, el amor, el arte y el terror. Acaso el terror del amor por el arte. O del arte por el arte. O del amor por el amor. Apocalipsis, la segunda novela perfecta que escribió, para mí, de no ser por el final pedorro que le puso… Magnífica.

   Ahora llega a mis manos Revival, obsequio, como Duma Key, del Doctor Zaïus, esta vez en ocasión de mi cuadragésima quinta vuelta alrededor del Sol.

   Es una novela lenta y oscura, que te va atrapando como una pitón. Los hechos que relata son todos profundamente terribles, paralizantes en su densidad. Fuera de la impecable escritura, es la primera novela de Stephen King que leo que no tiene relieves al respecto, lo cual hizo que la primera vez que la leí me pareciera un poco aburrida. No tiene instantes de alivio. Ciertamente tiene un crescendo que conduce al final, pero no tiene picos de horror. No sé si lo expreso adecuadamente, pero no puedo decirlo de otra forma. Otras novelas, Cementerio de animales, por ejemplo, o Misery, tienen ambas cosas, y te lo hacen sentir. De hecho, son tan terribles que resultan dolorosas de leer. Incluso Cementerio de animales terminó deslomándoseme, y te prometo que no la vuelvo a comprar. Pero Revival no es así. Al leer Revival, te convertirás en la rana que se pone dentro de una olla de agua tibia, y que cuando se da cuenta de que está siendo cocinada, ya no puede saltar.

   El título está maravillosamente bien puesto y la ilustración de la tapa está a un paso de hacer spoiler de la trama del libro… pero es un spoiler muy tramposo. La primera parte de la historia es en donde se desenvuelve la infancia del protagonista, y aún ahí, podés notar esa plana lentitud en donde falta, por ejemplo, la alegría de la infancia de los niños en It. También podés notar la falta de impacto que tienen los hechos terribles que se narran en su desnudez, que te conmueven, y con los que aprendés a convivir para poder sobrellevar los que vendrán, como sucede en Duma Key. Los aceptás, como una curita sobre una herida que se arranca de repente, y seguís adelante. Admirás la manera franca de expresarse de Edgar Freemantle; admirás la pericia del viejo y querido Stephen para crear a sus personajes. Eso sí que no se le puede quitar. Eso es una constante en todos sus libros, y la razón por la que… le perdono todas las historias secundarias que aparentemente ama introducir.

   Pero en Revival persiste, por debajo de todo, o acaso como un velo sobre el papel, bajo los ojos del lector, un permanente desaliento, una certeza de la derrota anticipada. Cuando te cuenta un terrible hecho, sólo te queda el horror, y esperar por el segundo. En el protagonista, en su vida de sacrificios y de horrorosas sorpresas, ves negada la esperanza de resolución, de futuro. No es el Gard de Tommycknockers, ni la Ellie de Firestarter. En cierta manera, es Carrie, y es la rana de la olla, y te arrastrará con él. Desde el relato de su paulatino declive, todo en el libro va adquiriendo el clima y la atmósfera de la carpa de circo que ves en la tapa. Tendrás la sensación de las habitaciones polvorientas y las imágenes de color sepia recubriéndolo todo; imaginarás fotógrafos con esas antiguas explosiones de luz, mujeres barbudas, enanos ejecutando malabares… No es que vayas a encontrar eso, pero lo imaginarás. Yo lo imagino, y he leído la novela dos veces. No lo verás al principio, pero quedarás bien preparado. Y es el ambiente perfecto para el final. Para encontrar aquello para lo que ninguno de nosotros está preparado. Para lo que tenemos fe.

   No te prometo que va a gustarte; es dura. Ciertos hechos que persisten sin explicación, como suele suceder en muchas de sus obras, pueden molestarte, como me molestan a mí, pero son cosas que, creeme, no deberían impedirte disfrutar la novela. Metete en la piel de los personales. Pero bien adentro; no te va a resultar difícil; están excepcionalmente bien desarrollados, y algunas de las imágenes que los acompañan son deslumbrantes, de una forma u otra. Metete dentro y seguilos adonde te lleven. Puede que experimentes resistencia o que directamente no te guste hacerlo, o termines lamentándolo, pero también en la vida hay realidades incómodas con las que todos tenemos que entendernos.

   Sobre todo, el hecho de que, después de todo, Mr. King podría tener razón en algo. Sospecho que podemos tomarlo como una opinión autorizada, y no sólo porque es un escritor talentoso. ¿Será que ha tenido más de una experiencia que sencillamente lo ha llevado a escribir este libro?

   Personalmente, dudo que ningún escritor pueda ser tan bueno de otra manera.

(La portada del libro la saqué de un lugar que se llama cronicasliterarias.com)