Gerald’s Game/Dolores Claiborne

Buscando peli para ver, anoche, entusiasmada, he descubierto Gerald’s Game, o mejor dicho, (y así me referiré a ella en el futuro) El juego de Gerald. Junto con Dolores Claiborne, forma parte de un dueto de novelas que se orbitan mutuamente: ambas novelas comparten el centro de gravedad de un evento traumático, sucedido durante un eclipse. El evento más traumático de sus vidas. Un evento que no es un clímax en esas vidas, sino la inauguración de una larga pesadilla que tarda años en resolverse.

Ambas novelas son muy buenas, como no es obvio decir cuando uno recuerda que Stephen King es conocido sobre todo por sus novelas de terror, pero normalmente yo siempre lo digo cuando encuentro una de sus novelas realistas. Encuentro que la obra de don Stephen es muy lograda también en esa área… es decir, siempre que uno no recuerde que a menudo no hay nada más terrorífico que la mente de una persona.

Como novela, me gustó mucho más Dolores Claiborne que El juego de Gerald. El personaje de Dolores está fantásticamente construido y la historia es tan atrapante y está tan bien narrada que, siendo que la novela es sólo un largo capítulo con largas pausas gráficas, no te aburre para nada y se lee de un tirón. El juego de Gerald es mucho más larga, más lenta, con digresiones de las que a don King le gusta hacer, y recuerda a una mosca que quedó atrapada en una gota de miel y se revuelca tratando de apartarse. Al pensar en eso, imaginé a una araña; no sé por qué he dicho mosca. Ha de ser que toda la novela transcurre prácticamente dentro de la cabeza de la protagonista, que, presa de un accidente doméstico durante cierta actividad sexual escabrosa, se debate esposada a una cama, debiendo derrotar a sus demonios internos si quiere sobrevivir.

Afortunadamente ambas adaptaciones fílmicas han resultado excelentes, pronunciándome una vez más, sin embargo, a favor de Dolores Claiborne, que no sólo cuenta con el beneficio adicional de una siempre maravillosa Kathy Bates y un gran reparto, sino que es estrictamente respetada en su argumento y aún diálogos, con las adaptaciones mínimas necesarias para poder llevarla al cine. Dolores Claiborne novela también gira alrededor de una sola persona, que narra su historia frente a un policía, en primera persona. Si no querés una película de una vieja hablando sola, algo vas a tener que hacer. Y en este caso hicieron lo cuerdo, lógico y afortunado; pasaron la historia a tercera persona, la retiraron de los labios de Dolores y pusieron a actuar a los personajes, y en la medida de lo posible la dejaron en paz. El resultado fue una película fabulosa que no me canso de ver. De 1995, dirigida por Taylor Hackford, con guión de Tony Gilroy.

Hicieron lo mismo casi del todo en El juego de Gerald, y no sé por qué le arruinaron el final. Se sacaron de encima los personajes e interludios digresivos que hubieran oscurecido la historia principal en una película, respetaron la tragedia central del argumento y lo representaron de una manera que te eriza la piel, aún más que en el libro, o quizás porque es justo como en el libro, y además lo estás viendo… Sortearon la dificultad más grande a la hora de hacer esta película, que para mí es la mujer solitaria atada a la cama… Una mujer que en este caso ni siquiera le está hablando a nadie… Recurrieron a una estratagema absolutamente ingeniosa, brillante si se quiere, en donde mientras se evita meter a un personaje que saldría sobrando, se abre la posibilidad de que Jessie, que así se llama la protagonista, pueda evocar sus recuerdos en beneficio del espectador… No puedo decir más sobre eso, porque lo que correspondería con esta novela, más plana que Dolores pero que no deja de tener lo suyo, es que la leas, y que no te haga spoiler de ella como no lo hago con la película (siempre que pueda).

En fin, que también con El juego de Gerald se tomaron el trabajo de estudiar el argumento, ponerlo a funcionar para una película, y doy fe de que también en este caso se respetó todo lo posible de la historia y aún los diálogos. De hecho, un par de cosas me parecieron incluso mejores que en la novela: la manera de resolver la liberación de Jessie, que me resultó más sencilla y creíble en la película que en el libro, y el rescate de la mujer, que, una vez más, resulta más simple y queda impecable en la película, con el añadido de un detalle que en el libro no está y queda fabuloso.

Ahora, las tres cosas que no me gustaron, pero una no es culpa de la película.

En la trama de los dos libros hay un eclipse. Si uno lee las dos novelas, en el momento del eclipse es como si se abriera una puerta espacio temporal y las dos protagonistas, en problemas tan graves, llegan a verse efectivamente. En Dolores Claiborne tuvieron el acierto de eliminar cualquier referencia, porque esto es un incidente que, en la película, queda descolgado y no conduce a nada, como es evidente en El juego de Gerald. Jessie menciona a Dolores, pero si no leíste la novela, o incluso las dos novelas, no entendés por qué de repente Jessie habla de esa mujer. Eso no se puede representar; para mí debieron omitirlo.

La segunda cosa que no me gustó podría tampoco no ser problema de la película. Hay un personaje muy pero muy importante, que llena de terror a Jessie, pero a mí, la verdad, ni en la película ni en el libro llegó a convencerme. En los dos aparece muy poco, o no lo hace de la manera adecuada, y hubiera sido oro puro. Incluso en la película estéticamente pudieron esforzarse más porque resulta exagerado. Es cierto; es un personaje muy difícil de representar, pero se hubiera podido hacer, creo yo, a lo mejor eliminándole ciertas características físicas que vuelven a la figura fantasiosa y poco creíble. Un tipo común puede ser aterrador también. Llegan a resaltar un poco más este personaje, y queda mejor que en el libro.

La tercera cosa es el final. Me parece desprolijo y, después de haber hecho un desbrozado tan eficiente, no sé por qué no cuidaron esto. Justo cuando la película está terminando, después de unas escenas tipo cine mudo, que dan cuenta de los arreglos financieros de Jessie luego de su viudez, y de una fundación de ayuda a víctimas de abuso que en el libro no figura (y ni falta que hacía), la ponen a Jessie como narrador en off mientras escribe sus cartas de consuelo a sí misma, para acompañar todo esto. No sé por qué tanto canto y tanta guitarra justo cuando la película ya termina y habías resuelto magistralmente todo; da la sensación de querer poner alguna moraleja o algo así. Si en el libro aparece efectivamente un interlocutor al que Jessie suele dirigirse, y que al hacer la película te generaría un verdadero dolor de cabeza, ¿por qué lo eliminás (acertadamente) para poner a la propia Jessie a filosofar, (innecesariamente)? Esta es una película que se hubiera bancado perfectamente un final bien concreto y contundente; no hacía falta taaanta digresión.

Así, en conjunto, el final me dejó casi tan enojada como cuando vi (y leí) el de Apocalipsis, en donde se viene a cagar una película que me pareció CASI tan buena como el libro (que es espectacular, y que también don King arruina justo en el final. Por desgracia fue fielmente representado).

El juego de Gerald es una película de 2017, dirigida por Mike Flanagan y con guión de Mike Flanagan y Jeff Howard.

Eso es todo. Ojalá hagas el ejercicio de ver y leer, y comparar; en general la película es muy buena y te la recomiendo. Decime si opinás lo mismo del final. Carla Gugino es la hermosa Jessie y resulta exactamente como la imaginé al leer el libro; Bruce Greenwood es demasiado guapo y está en muy buena forma para ser Gerald, pero eso ya es más personal y no te culpo si no estás de acuerdo.

Pero yo hubiera puesto a Tim Curry, je je.

 

(Carteles de IMDb)

 

 

4 comentarios en “Gerald’s Game/Dolores Claiborne

  1. Dr. Zaius

    Lo gugleé al tal Tim Curry. Ja ja! No tiene la facha del otro.
    Qué interesante eso de que las protagonistas de los dos libros se conectan en un punto. Muy creativo.
    Oiga donna Nadie: ¡No ventile que la mina logra zafar! Diga que yo ya había visto el filme.

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    1. Nadie Avatar Autor

      Sí, es muy interesante cuando leés las dos novelas por lo parecido de las circunstancias, y ese cruce espaciotemporal que de ciencia ficción no tiene nada… Muy interesante. Y oiga, el final no era lo que se dice inesperado; no me diga que pensaba que se la iba a comer el perro…

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